Esta semana tuve un encargo de cupcakes, 30 cupcakes para que los bomberos de la ciudad pudieran celebrar un cumpleaños. El cumpleañero me dio vía libre para hacerlos de los sabores que más rabia me dieran, así que después de mucho pensarlo tenía claro 4 sabores: chocolate, por supuesto, frambuesa, ummmm), plátano, todo un vicio, y almendra con relleno de bienmesabe, me faltaba elegir el cuarto y me decanté por el de limón con merengue, qué rico!
El cupcake de chocolate siempre nunca puede faltar cuando horneo cupcakes, es tan jugoso, tierno y delicioso, con un simple frosting de nata está de muerte. Lo sé, lo sé, siego sin hacer buttercream pero es que la nata también se combina estupendamente y más si le añadimos algo de ermol o si usamos nata vegetal, permanece intacto y delicioso.
En esta ocasión coroné el cupcake de almendra con un frosting de nata con dulce de leche, 3 cucharadas de dulce de leche fueron suficientes para que quedara de escándalo, con un sabor suave y nada empalagoso. ¡A cucharadas me comí parte del que sobró! Otra parte con galletas, ¡qué peligro!
El de limón tan esponjoso y sabroso lo acompañé de un merengue suizo que gratiné luego al horno.
En Canarias tenemos unos plátanos mundialmente conocidos, con sus manchitas, tan ricos, pero en mi casa nunca habíamos cocinado el plátano, claro que teniendo en cuenta la poca afición de mi madre por la cocina sería algo comprensible. El día que me decidí, reacia, a hacer unos cupcakes de plátanos fue el día en que mi cuerpo temió el peligro, sencillamente me comería un cupcake tras otro, son espectaculares, y en esta ocasión los acompañé de unas nueces y unos chips de chocolate.... ufffff ¡algo sublime! Acompañados de un frosting de chocolate con leche, a otros les puse el mismo frosting de dulce de leche de los cupcakes de almendras y también estaban de muerte.
Por último y no por ello menos admirado, hice unos cupcakes de frambuesas, pobres, no les saqué foto individual, pero aquí están en la bandeja todos juntitos esperando ser devorados. El cupcake de frambuesa fue acompañado de un frosting de chocolate blanco con frambuesas, algo simplemente ¡¡increible!!
Al anfitrión le encantaron y, por ahora, no he recibido ninguna queja de los bomberos ;)
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